La vespa velutina, más conocida como avispa asiática, proviene de Asia y entró por primera vez en Europa a finales de 2004, mediante un contenedor de alferería/madera importado desde China al puerto de Burdeos. Desde entonces, la preocupación por ella se ha ido extendiendo con el tiempo al ser considerada »una agresiva depredadora para las propias abejas mielíferas» y »un peligro» para muchas personas.
Si bien su llegada a nuestro entorno no supone un problema de salud pública o un peligro para las personas, es una amenaza muy perjudicial para nuestro ecosistema, al ser una especie invasora que afecta gravemente sobre la población de abeja común/apis mellifera, quiénes son imprescindibles a la hora de polinizar las plantas y frutales.
Estas avispas tienen un tamaño ampliamente superior a una avispa común, midiendo alrededor de 30 milímetros y la reina entre 35 y 50. El tamaño de sus nidos son comparables a un balón, pudiendo contener cada nido unas 1.500 avispas trabajadoras. La avispa asiática se alimenta de flores y fruta madura, obteniendo la proteína de aquellos insectos que captura mediante su mortal aguijón: primero secciona la cabeza con éste último, luego la devora y finalmente la transporta a su nido.