La madera es susceptible al ataque de distintos agentes de carácter biológico, hongos, carcomas, termitas, etc… Para su conservación se realizan tratamientos curativos en maderas ya atacadas paralizando los procesos de degradación y dando protección contra posibles ataques futuros.
- Tratamientos superficiales e inyección contra las distintas especies de hongos y carcomas.
- Sistemas de intercepción y cebos contra termitas.
- Tratamientos de atmósfera modificada contra agentes xilófagos que atacan obras de arte, mobiliario, libros, textiles, etc…