Las medidas preventivas irán encaminadas entorno a evitar la incidencia de avispas con el entorno humano. Cualquier tipo de avispas puede picar al hombre, siempre y cuando se ven amenazadas. La mayoría de sus picaduras se producen entre los meses de mayo y septiembre, siendo los meses de julio y agosto los que tienen mayor incidencia por culpa de las altas temperaturas que logran que los insectos aumenten su actividad.
El primer método para combatir a las avispas es evitar la anidación de la reina, revisando a principios de primavera elementos como cortezas de árboles, tejados, rendijas, ramas y leña acumulados, etc. Una vez realizado este primer paso, se debe realizar una inspección del terreno en busca de nidos activos: si el nido es encontrado, recomendamos que consulte con un experto, la opción más recomendable para eliminarlo.
Al ser insectos estacionales que suelen ir volando de un lugar a otro, debemos procurar que no realicen sus avisperos en zonas cercanas a nuestros hogares. Todo esto, siguiendo el primer método expuesto y, sobre todo, no acercarse a los nidos de avispas: si accidentalmente se acerca, retírese con movimientos lentos; si una avispa se posa en alguna parte del cuerpo, no pierda la calma y realice movimientos lentos para intentar que se aleje. Utilice mosquiteros en las ventanas para impedir su entrada en las casas y evite dejar restos de bebidas azucaradas en zonas cercanas, ya que son muy atrayentes para las avispas.